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Jueves, 21 de noviembre de 2024


El Instituto Marítimo y Marino de Chipre (CMMI) propone un plan de acción para reducir el impacto negativo del turismo de masas basándose en las medidas adoptadas por el Proyecto ECO-CRUISING FU_TOUR
VM, 18/10/2024

La afluencia masiva de turistas es el principal reto para el sector de los cruceros en la región mediterránea, según el ‘Análisis de Impacto Ambiental’ (EIA) lanzado por el Instituto Marítimo y Marino de Chipre (CMMI), uno de los socios del ECO-CRUISING FU_TOUR -el proyecto cofinanciado por la UE cuyo objetivo es explotar el potencial verde y azul de las PYME turísticas del Mediterráneo Occidental-. Este informe destaca que el Mediterráneo es uno de los 10 principales destinos mundiales de cruceros, que atrae a unos 5,5 millones de pasajeros al año, y alerta de que se espera que esta cifra aumente entre 7 y 8 millones de aquí a 2028. pic

Semejante aumento del número de turistas, especialmente cuando atracan varios cruceros al mismo tiempo, puede desbordar las zonas urbanas pequeñas o medianas. Las principales consecuencias son la degradación del medio ambiente, la sobrecarga de las infraestructuras y los daños al patrimonio cultural, así como los efectos adversos sobre las comunidades locales.

Ante esta situación, el CMMI ha planteado una hoja de ruta con medidas concretas para mitigar el impacto negativo de esta afluencia turística, basándose en las prácticas sostenibles que ha impulsado ECO-CRUISING FU_TOUR en el sector de los cruceros en el Mediterráneo. Desde el CMMI se insiste en que “existen algunas medidas de mitigación que pueden paliar significativamente esto impacto negativo, como son la mejora de las infraestructuras, la promoción de prácticas turísticas sostenibles o la regulación del número de turistas”. Esta hoja de ruta pone el foco en tres medidas que pueden ser muy eficaces en el sector turístico del Mediterráneo:

Un mayor compromiso de las autoridades locales: Son las responsables de crear políticas, asignar recursos y coordinar a todos los stakeholders implicados. Sin embargo, su compromiso puede variar debido a los cambios políticos, las prioridades y la presión pública. El turismo sostenible exige que las autoridades den prioridad a la preservación medioambiental a largo plazo frente a los beneficios económicos a corto plazo.

Más cooperación de la industria turística: La cooperación entre todos los agentes del sector es esencial para promover prácticas sostenibles y cumplir la normativa vigente. Sin embargo, las empresas suelen dar prioridad a la rentabilidad, lo que puede provocar resistencia contra medidas que limiten el número de turistas o aumenten los costes. Una cooperación eficaz requiere una mayor implicación del sector para innovar y adaptarse a prácticas sostenibles, lo que puede exigir cambios significativos en los modelos de negocio y más inversiones en nuevas tecnologías.

Cambiar el comportamiento turístico: Los turistas proceden de entornos muy diversos y es posible que no todos conozcan o estén dispuestos a adoptar prácticas sostenibles. Ofrecer incentivos para un comportamiento sostenible, como descuentos para el transporte ecológico o sanciones por tirar basura, puede ayudar a modificar su comportamiento.