El grupo naviero A. P. Moller – Maersk ha dado a conocer sus resultados relativos al primer semestre del año, en el que registró unos beneficios de 1.041 millones de dólares, por debajo de los 3.810 millones de dólares obtenidos en el mismo periodo del año pasado.

En el caso de los ingresos, estos descendieron de 27.195 a 25.126 millones de dólares en la comparativa interanual, lo que supuso una bajada del 7,6%, mientras que el resultado bruto de explotación (EBITDA) se situó en 3.724 millones de dólares, algo más de la mitad que en la primera mitad de 2023.

En relación con el resultado neto de explotación (EBIT), este pasó de 3.933 millones de dólares en el periodo enero – junio del año pasado a 1.140 millones de dólares en los mismos seis meses de 2024.

El director ejecutivo de Maersk, Vincent Clerc, destacó que los resultados logrados en el segundo trimestre del año confirman que todas sus unidades de negocio “avanzan en la dirección correcta”. Así, en los meses de abril, mayo y junio, la demanda se ha mantenido sólida, al igual que los problemas de seguridad en el Mar Rojo, que continúa afectando negativamente a la cadena de suministro.

Considera, en ese sentido, que ambos factores se mantendrán hasta finales de año, de ahí que hayan invertido en equipos nuevos para adaptarse a la situación y poder atender a sus clientes, a pesar de las disrupciones.

“Con vistas al futuro, nuestro objetivo seguirá siendo impulsar el crecimiento orgánico, al tiempo que se exploran oportunidades para realizar adquisiciones que aporten valor, especialmente en el ámbito de la logística. Mantendremos nuestro estricto control de costes y nuestro elevado nivel de uso de los recursos, además de seguir ejecutando nuestro programa de renovación de flota”, argumentó.