En septiembre de 2021 Nava Forwarding inició su trayectoria como empresa transitaria y operador logístico dentro de la estructura del Grupo Alonso, al que pertenece, y con Belén Carratalá al frente.

Esta profesional llevaba vinculada al sector logístico desde el año 2000, dedicada siempre a los tránsitos y especializándose en el servicio puerta a puerta. Carratalá ha pasado a lo largo de este tiempo por empresas que son un referente a nivel internacional y por todos los departamentos de las compañías, lo que le ha permitido acumular una experiencia que desde hace casi tres años pone al servicio de Nava Forwarding. Además, en el desarrollo de su labor profesional ha residido en diferentes países, lo que también le ha permitido tener un profundo conocimiento de varios idiomas y culturas.

“Nava es un proyecto muy personal. De hecho, el propio nombre de la compañía es el resultado de unir Natalia y Valeria, el nombre mis dos hijas, así que hablamos de algo muy especial y con una implicación total”, explica Belén Carratalá. Uno de los motivos que llevó a esta profesional a lanzarse a esta nueva aventura fue el hecho de percibir que el sector logístico comenzaba a ser algo impersonal. “Ofrecer ese valor diferencial, la proximidad que no está reñida con la digitalización, me llevó a fundar mi propio proyecto de la mano de mi socio, Grupo Alonso”, añade la CEO de la compañía.

El cliente está en el centro de la estrategia de Nava Forwarding y por ello rodearse de un buen equipo es una de las prioridades de Carratalá: “No es fácil encontrar talento comprometido y yo tengo la suerte de estar rodeada de grandes profesionales”. Es ese equipo, son el esfuerzo y la constancia los que, en su opinión, pueden dirigir a la empresa hacia el éxito.

Adaptación
Para la CEO de Nava Forwarding no hay duda de que el sector logístico y el comercio internacional en general atraviesan un momento particularmente convulso, una coyuntura en la que la innovación y la digitalización pueden marcar la diferencia, pero en la que tampoco se puede dejar de lado la abundante y cambiante normativa medioambiental y aduanera. “Todos estos factores y la situación geopolítica generan, sin duda, inestabilidad de servicio y costes.

Esto es un negocio sujeto a la oferta y la demanda y exige, por tanto, que el transitario tenga una enorme capacidad de reinventarse cada día y adelantarse a las necesidades del cliente y el mercado”.

Con estas premisas, desde Nava Forwarding trabajan para adaptarse a las innovaciones y nuevas tecnologías, entre ellas la Inteligencia Artificial, pero también para cumplir con todas las exigencias en materia de sostenibilidad. Este requisito lo marca el mercado pero, sin duda, forma parte del compromiso y la estrategia de la compañía, que cuenta con los correspondientes sellos de cálculo y reducción de huella de carbono y apuesta por fomentar el ferrocarril siempre que es posible: “Tratamos de aumentar el empleo de energía verde en todos nuestros servicios o, en su caso, de reducir los consumos”.

Tras 25 años de carrera profesional, Belén Carratalá tiene muy claro que las mujeres son las primeras que deben apostar por la igualdad de oportunidades, tanto en el sector logístico como en cualquier otro: “Sólo si creemos en ello seremos capaces de transmitirlo y demostrarlo”.