La directora general de Cambio Climático y Calidad Ambiental, Mireia Boya e Busquet, y el
presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona, Saül Garreta, han acordado este jueves
trasladar la estación de vigilancia de la calidad del aire del puerto hasta el barrio del Serrallo y
conectarla a la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica (XVPCA) de la Generalidad. Esta medida permitirá medir más cuidadosamente la calidad del aire que respiran las personas que viven más cerca de las actividades que se desarrollan dentro del recinto del puerto, fuentes emisoras de distintos contaminantes. Además los datos obtenidos estarán disponibles online para permitir un mejor control. Mientras no se produce el traslado, Boya se ha comprometido a realizar una campaña de mediciones con una unidad móvil de la XVPCA el próximo mes de julio que tendrá una duración aproximada de dos meses.

El cambio de ubicación permitirá adecuar la estación a los estándares de la Unión Europea que, a través del Parlamento europeo, aprobó la semana pasada el acuerdo político sobre la nueva Directiva sobre la calidad del aire ambiente y un aire más limpio para Europa, que se adoptará el próximo mes de septiembre. El texto detalla en su anexo IV que cuando el objetivo es determinar el impacto de los puertos, aeropuertos y otras zonas industriales debe disponerse de vigilancia de la calidad de el aire en la zona residencial más cercana con potencial impacto de estas actividades.

La XVPCA tiene en esta zona una dimensión muy por encima de lo que establece la normativa
europea, con 13 puntos de medición (7 automáticos y manuales, 2 automáticos, 4 manuales).

La próxima incorporación de la estación del puerto a la red es una de las mejoras que está
produciendo en la vigilancia de la contaminación atmosférica en el Camp de Tarragona. En los próximos meses la Generalitat instalará nuevos puntos de medición en la Pobla de Mafumet y en Villalonga del Camp. Se añadirán 11 equipos de medición automática de óxido de etileno y 1,3- butadieno en el Morell, Constantí, Perafort (Puigdelfí), La Pobla de Mafumet, Villalonga del Camp y Tarragona (San Salvador), La Canonja, Vila-seca (IES Vila-seca), Vila-seca (La Pineda),
Tarragona (U. Laboral) y Tarragona (Bonavista). Otros 9 equipos medirán automáticamente el
benceno en el Morell, Tarragona (Sant Salvador), La Pobla de Mafumet, Villalonga del Camp, la
Canonja, Vila-seca (IES Vila-seca), Vila-seca (La Pineda), Tarragona (U. Laboral) y Tarragona
(Bonavista). Además, se prevé incorporar dos unidades móviles con equipamiento de laboratorio para medir los compuestos orgánicos volátiles. El presupuesto previsto para ejecutar todas estas actuaciones está en torno a los 3 millones de euros, con un gasto recurrente de unos 700.000 euros.