Las principales organizaciones agrarias (ASAJA, COAG y UPA) organizaron ayer jueves una marcha de tractores que tenía como destino final el puerto de Valencia. Se concentraron frente al Edificio del Reloj y a la protesta del campo valenciano se sumaron compañeros de Castilla La Mancha y Castilla-León.

En el acto participó el presidente de ASAJA Albacete, en representación de los agricultores de esta provincia y de las de Cuenca y Guadalaja. Jorge Navarro recordó que el colectivo no puede soportar los actuales costes de explotación y que su supervivencia está en jaque. “No compensa la venta de productos a pérdidas”, aseguró.

Y recordó que por los puertos españoles, como Valencia, Cartagena, Sagunto o Tarragona entran productos que, en su opinión, compiten de forma desleal con los locales. Así, aludió a la almendra procedente de Estados Unidos, el maíz de Brasil, la cebada ucraniana o los cítricos de Sudáfrica. “Desde la Comisión Europa nos bombardean a restricciones y luego son benévolos con lo que llega de fuera, mientras que nosotros tenemos que vender a precio de saldo”, añadió. “No queremos ayudas ni subvenciones. Queremos precios justo y un ajuste de la cadena alimentaria”, añadió.

Por su parte, el secretario de COAG Comunidad Valenciana, Luis Fernando García, recordó que muchos de los precios están congelados desde hace tres décadas. “Lo que buscamos es vivir de nuestro trabajo y pedimos la flexibilización de la PAC y la eliminación de una burocracia innecesaria”, explicó. “Buscamos el apoyo del ministro para hacer frente a la problemática del sector, como la sequía o la guerra en Ucrania, y pedimos la creación de un Observatorio de Exportaciones y el aumento de las inspecciones “, prosiguió García. En esa misma idea ahondó el secretario general de UPA, que aseguró que el sector está “harto de hipocresías” y de que la Generalitat Valenciana y el Ministerio no hagan nada. Además, denunció la elevada exigencia de controles fitosanitarios para el sector español, mientras que se da “manga ancha” a la entrada de productos de otros países a través de los puertos españoles.

“Nos piden que seamos más sostenibles, pero luego somos moneda de cambio en acuerdos con terceros países a los que la sostenibilidad les importa bien poco y que ni siquiera respetan los derechos laborales”, apuntó.

También Algeciras se vio ayer afectado por las movilización. AESBA, por su parte, mostró su solidaridad con el sector, pero manifestó el rechazo a la paralización del recinto portuario.