Según los datos de este informe de Cámara Valencia, desde abril de este año la presión sobre la cadena de suministro se está reduciendo de forma continuada, debido, fundamentalmente, a la desaceleración de la demanda mundial, las medidas gubernamentales y la normalización tras la pandemia. Aún así, la congestión no se ha normalizado del todo y se mantiene por encima de la media de años anteriores a la pandemia. De hecho, la Cámara recuerda que varios informes apuntan a que la tendencia podría mantenerse hasta los primeros meses de 2023.

El ritmo del comercio mundial se ha ralentizado

Sí parece constatarse que el estrés y la congestión en los principales puertos internacionales se ha reducido de forma notable a medida que avanza el año 2022, llegando a niveles próximos a 2019.

De acuerdo al último Índice de Gerentes de Logística, las previsiones de septiembre apuntan a la normalización de las cadenas de suministro y de la logística internacional, a pesar de que reconoce que aún hay muchos factores que a corto y medio plazo van a seguir incidiendo en el comercio internacional y la logística.

Y es que el ciclo del comercio internacional se ha visto trastocado en los dos últimos años como consecuencia de la congestión logística a nivel mundial y muchas empresas han llevado a cabo un aumento del aprovisionamiento de materias primas y un adelantamiento de su adquisición en comparación con años anteriores. Por otro lado, la escasez de productos como chips continúa siendo un problema y ralentiza la producción del sector del automóvil y los equipos electrónicos.

Además, tal como recoge el informe de Cámara Valencia, las expectativas de recesión económica y la elevada inflación para 2022 y 2023 está limitando los pedidos de bienes de consumo e intermedios a nivel internacional. Esto supone un aumento del inventario y stocks de bienes acabados en las empresas y el consiguiente aumento de los costes de lamacenamiento.

También parece probable que el aumento de la capacidad de transporte marítimo a medio y largo plazo, con la irrupción de los megaships, presione a la baja el precio del transporte, mientras que la incertidumbre generada por los conflictos geopolíticos incidirá negativamente en la recuperación del comercio internacional. En este sentido, la política Covid cero de China genera elevadas dosis de incertidumbre ante la posibilidad de cierres no previstos.

Fletes
Los índices utilizados para el seguimiento de los fletes de los contenedores muestran en el segundo y tercer trimestre del año una caída acelerada, una bajada que, no obstante, ha bajado en octubre.

Este significativo descenso es consecuencia de la reducción de la congestión en el transporte marítimo y los puertos, tal como refleja el informe de Cámara Valencia, y también el efecto de un menor ritmo del comercio mundial, anticipando una fase de recesión a nivel mundial. Así, los precios de los fletes marítimo se acercan cada vez más a los niveles prepandemia, aunque nos e prevé que bajen mucho más, debido, sobre todo, a los mayores costes que han de asumir las navieras.

En concreto, de acuerdo al Drewry World Container Index, desde marzo de este año los fletes han caido un 67%, acercándose a los niveles previos a la pandemia. Las causas del descenso son desaceleración del comercio internacional, exceso de capacidad, reducción del grado de utilización de los buques y reducción progresiva de la congestión en los puertos.