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Las especias motivaron la primera circunnavegación del mundo de Magallanes y Elcano
Ayer día 6 de septiembre se conmemoró el V Centenario del que se considera primer hito de la globalización para el comercio y la economía. Sobre las islas Molucas poco se sabía, salvo que se encontraban más allá de la India, y eran el lugar donde se producían la pimienta, canela, jengibre, clavo, nuez moscada, etc., es decir, las especias, que alcanzaban precios astronómicos en Europa, y cuyo comercio tradicional al principio a través de Oriente Medio, y después a través del Mediterráneo, estaba siendo bloqueado por el emergente imperio turco. Las especias se utilizaban para ocultar el sabor de los alimentos que no eran frescos, y constituían un bien muy caro.
Castilla y Portugal habían firmado en 1494 el Tratado de Tordesillas para repartirse los derechos sobre el nuevo mundo por medio de una raya imaginaria trazada de polo a polo, 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde: el hemisferio oriental para la corona de Portugal ,el occidental, para la corona de Castilla.
En este contexto, recordemos lo que ocurrió, según la Real Academia de la Historia. Ya desde Colón la corona española ansiaba llegar a las islas Molucas por América, para tener acceso a esas materias tan preciadas sin salir de la jurisdicción castellana. Así las cosas, el portugués Fernando de Magallanes propuso a Carlos I el proyecto de ir a las islas Molucas descubriendo previamente un paso interoceánico que se intuía que existía al sur del Río de la Plata. Con esa idea se alistaron cinco naos que se adentraron en el océano el 20 de septiembre de 1519. Entre los enrolados figuraba Juan Sebastián Elcano. De esas naves, la Santiago naufragó en la bahía de Santa Cruz y luego la San Antonio desertó al descubrirse el paso interoceánico. Las tres restantes salieron al océano Pacífico el 27 de noviembre y emprendieron la travesía hasta las islas Marianas y luego hasta las Filipinas. Allí Magallanes desembarcó en Cebú y murió finalmente en Mactán en abril de 1521. Como la Concepción iba mal la tuvieron que destruir, quedando solo dos naves; la Trinidad y la Victoria, capitaneada por Juan Sebastián Elcano. Ambas llegaron por fin a las islas Molucas en noviembre de 1521. Hicieron amistad con el rey Almanzor de la isla de Tidore, se cargaron de especias y se dispusieron a regresar a España por donde habían llegado. Pero al poco de salir advirtieron que la Trinidad no podía navegar a causa de las vías de agua. Regresaron a Tidore y decidieron que la nao Trinidad se quedase allí hasta que estuviera reparada, y que, entre tanto, la Victoria, mandada por Elcano, partiera hacia España por la ruta portuguesa, lo que suponía completar la vuelta al mundo. Para no violar el Tratado de Tordesillas debía realizar la travesía sin escalas, una verdadera locura. La travesía hasta España la hizo en unas condiciones pésimas en la que se considera una de las aventuras náuticas más temerarias de la historia. Finalmente, alcanzaron Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522. De más de 260 hombres, solo regresaron 18. Habían recorrido 46.270 millas marinas (85.700 kilómetros) por todos los mares del mundo y a lo largo de 1.084 días. Oriente y Ocidente Aquella nueva ruta fue utilizada, bien de forma parcial o en su totalidad, durante cuatro siglos para conectar oriente y occidente a través del mar, de tal forma que, hasta la apertura del canal de Panamá a principios del siglo XX, fue la única vía usada por los barcos de todo el mundo para cruzar desde el Atlántico hasta el Pacífico. |
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