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Sábado, 11 de enero de 2025

Tropiezos

Párate y piensa
Avirul, 24/09/2004

En un mundo veloz, en el que tenemos que superar todos los días mil infortunios, con unos trabajos llenos de mobbing y otras bagatelas a soportar, nos paseamos entre dificultad y dificultad, sin saber muy bien a dónde dirigimos nuestros pasos.

Cuando nos encontramos inmersos en este universo caótico, sin muchas fuerzas para acometerlo, es importante parar y mirar hacia atrás, seguro que encontramos lugares, personas, sentimientos y vivencias que nos harán seguir adelante. Porque aunque nos parezca difícil, a veces, tiempos pasados fueron mejores. Ese huir hacia delante propio de la sociedad en la que vivimos no nos conviene en muchas ocasiones.

Primero hay que saber de dónde venimos. Las raíces siempre nos muestran de qué está hecha nuestra esencia, con el paso del tiempo ésta se deteriora o se enriquece, pero siempre conservamos el origen de la misma. Allí se encuentra nuestra procedencia. Ese lugar que nunca debemos olvidar porque un ser que no sabe de dónde viene nunca sabrá a dónde va.

Una vez que tengamos claro nuestros principios, necesitamos recorrer toda nuestra trayectoria vital hasta llegar al momento actual, ese en el que nos encontramos ahora un poco perdidos. En nuestras vivencias encontraremos los arrestos para seguir adelante, con la manida idea de "En peores plazas ...".

Poco a poco, podremos definir nuestro sitio. Es difícil, pero es muy importante saber hacia dónde nos dirigimos, sobre todo por si ese lugar hacia el que avanzamos no es el deseado.

También es importante hacer un análisis de los elementos primordiales de nuestra existencia, extraer de ellos una selección pequeña en la que se encuentren aquellos sin los que no nos sería posible vivir.

Teniendo estas bases, todo lo demás es superficial y no nos debe preocupar, porque al final
del camino serán esos pocos elementos los que nos pasarán factura, el resto se olvidan.

Aunque no somos nadie para dar consejos, en este papel escribimos el que nos gustaría que nos diese alguien, de vez en cuando.