Hoy día vivimos sumidos en un caos político a nivel generalizado, tanto en el mundo como en tu pueblo. Mientras suenan tambores de guerra y conflictos tensos a nivel comercial y bélico, la estrategia de esta gente parece clara, ofrecer un servicio útil.

Trump, Putin, Johnson, Berlusconi, Maduro, etc. El elenco de los últimos tiempos a nivel global ha sido y es espectacular a más no poder. Están todos desquiciados, dirigiendo los países como pollos descabezados, arrastrándonos, al pueblo, a un destino incierto. Todos lo hacen igual estratégicamente, prometen el oro y el moro en elecciones, pero una vez electos, no recuerdan eso del servicio útil del que alardeaban en campaña. Es un patrón crónico. Lo habitual es que en año de elecciones se noten mejoras notables en las ciudades y pueblos… es lo que hay, hubo y habrá. Es igual en todos lados. Si nos paramos a pensarlo seriamente, es un problema serio. Esta gente cobra por velar por nuestros intereses, no por hacer de caciques o emperadores. Ver a nuestro actual presidente del gobierno central con las gafas de aviator alardeando de Falcon, me entristece, es patético, pero para gustos colores. Es como esto de tener 22 ministerios, parece deporte nacional. Vaya, tenemos a un ministro de cultura y deportes, con sobrepeso y poco culto… a buen entendedor pocas palabras bastan. Quizás el problema del desgobierno actual sea que no tienen ganas de hacer, sino más bien de deshacer o generar polémica, gresca y "entretener al pueblo". Iba a mencionar a Garzón, pero quizás mejor dejarlo para otra columna, porque tiene miga la cosa, al igual que aprobar una ley parlamentaria con jolgorio y regocijo, por error ajeno, que todo vale como en el fútbol. Vivimos en un mundo en el que los políticos se han alejado de la realidad y hacen lo que pueden, con sus limitaciones claro está. Recuerdo hace 25 años que las aficiones de Sevilla, Celta, Albacete y Valladolid manifestándose en las calles de sus respectivas localidades, lograron que los políticos españoles establecieran una Liga de 22 equipos. Ahí es nada.

Pero no siempre todo es negro, servidor se ha sorprendido del talante político que se ha encontrado en su pueblo. El alcalde es muy cercano al populacho, y atiende las opiniones, ruegos y reivindicaciones de los vecinos con mucho gusto. Eso sí es política útil. Escuchar, pensar y trabajar para quien te paga siempre es estrategia ganadora, aquí y hasta en Pekín o Ukrania. ¡Y más sorprendente ha sido descubrir el color naranja del alcalde! Pero queda claro que, en esto de hacer cosas útiles, no se trata de colores, prima el bienestar vecinal, mejorar la comunidad en la que vivimos, y en este aspecto, el alcalde de mi pueblo nos ayuda y eso sí es útil.

Confiesa este humilde columnista que la política actual le asquea, y mucho, tanto local, nacional o global; pero igualmente considera que hay que aplaudir las cosas que se hacen bien, y en este caso la grata sorpresa de comprobar que hay políticos que siguen con el noble espíritu de servir al pueblo es para alardear. Soñar es gratis. De vez en cuando los sueños se hacen realidad. Soñar con políticos con ganas de servir a la comunidad, es ilusión, pero a veces, verdad.

Guanche Silva