El diálogo entre navieras y terminales portuarias constituyó una de las mesas de debate del Congreso Latinoamericano de Puertos que hace unos días se celebró en Cartagena de Indias (Colombia). En el debate participaron Carlos Urriola, presidente de Manzanillo International Terminal Panamá, Guillermo Misiano, presidente de PTP Group, Federica Noli, gerente comercial de Compañía de Puertos Asociados, Andrés Kulka, diretor para Latinoamérica de Hapag-Lloyd, y Maximiliano Alcorta, gerente regional de Operaciones para la Costa Oeste de Sudamérica de MSC.

Garín durante su intervención

En el encuentro se abordaron tres asuntos esenciales para el futuro del transporte marítimo y el comercio internacional: la transición energética, la transformación digital y la situación actual del sector. En relación a la transición energética se alertó acerca del calentamiento global. En este sentido, el presidente de PTP reclamó la acción de la administración y reconoció que el sector está en el punto de mira de la sociedad, que lo considera como “muy contaminante”, cuando la realidad está muy lejos de ello. “Somos el modo para eficiente por unidad de carga”, puntualizó. Es más, se puso de manifiesto el papel del cabotaje a la hora de “liberar” la carreerra de camiones. Por su parte, Federica de Noli insistió en que hay que “dar más visibilidad al tráfico marítimo”.

En todo caso, los participantes coincidieron en que hay que apostar por las energías alternativas para alimentar, por ejemplo, las terminales portuarias y reconocieron que la presión obliga a avanzar rápido ene ste sentido. Además, se puso de relieve la necesidad de que todos avancemos en el mismo sentido y, si es posible, a un mismo ritmo.

Un momento del debate entre navieras y terminales

En cuanto a la transformación digital quedó patentes que “ha venido para quedarse”, acelerada aún más si cabe por la crisis sanitaria. La clave del éxito radica ahora en saber cuáles son las tecnologías más adecuadas para el sector. Según la mesa de debate podría ser el blockchain la tecnología que se impusiera antes, puesto ya se está posicionando y probablemente es la que más seguridad jurídica tiene y de forma más rápida puede implantarse en toda la cadena logística. Una de las dudas que más inquietan al sector es encontrar la manera de recuperar la inversión y reducir los gastos que implica esa transformación digital.

Para Carlos Urriola culpar al sector naviero de todos los cambios que se están produciendo el transporte marítimo y del desajuste entre oferta y demanda no es justo. Lo que sí tiene claro es que, en todo caso, la situación se prolongará por al menos seis meses más y abogó por optimizar procesos. Por su parte, Federica Noli recordó que hay más actividad impotadora que exportadora lo que afecta a los precios y puede incidir en una pérdida de poder adquisitivo y abogó por pedir la colaboración de los clientes que “nos utilizan como depots” y desarrollar una política de comunicación y cooperación entre todos los que constituyen la cadena logística.

Andrés Kulka también recordó que es necesario que las navieras obvien escalas en determinados puertos para mantener las rotaciones.