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Navegantes afortunados
F. Miguel Rocher
Managing Director Insurance Team & Claims (ITC) Customs Legal Consultant Operplus Atravesamos una época nada fácil de sobrellevar, época abanderada por un virus que ha puesto boca abajo la vida como la conocíamos en este planeta, al menos en los últimos cincuenta años.
Quiero entender que la naturaleza nos ha mandado un aviso para recordarnos lo frágiles que somos los seres humanos. Como consecuencia directa, todo lo que nos rodea (Logística incluida) está sufriendo un tremendo cambio, cambio que ha venido para quedarse y no solo por esas nimiedades de espacio, precios, servicios, peso, etcétera.
Durante este casi año y medo atravesamos momentos de desdicha y otros de felicidad, subidos permanentemente en los dientes de una sierra, arriba y abajo. Cualquier detalle, nos genera esperanza y nos agarramos a ella porque en verdad nos hace falta. Ya estamos hastiados, agotados después de tanto tiempo y queremos volver a vivir en lugar de sobrevivir. Si, decimos que somos optimistas, que todo esto pasará y tan solo recordáremos un mal sueño, aunque eso sí, los que sigamos estando para recordar. Quiero aprovechar, agradeciendo a esta pequeña tribuna la oportunidad que me brinda, para pensar que todos los que estamos, los que estuvieron y los que estarán tenemos una importante razón, que no debemos olvidar y es que somos unos marinos que un día fuimos capaces, navegando de ceñida (a barlovento) llegar los primeros, en solitario al mejor destino posible, destino que nos dio la vida y por la que venimos a este mundo, aunque sea de forma temporal. Marinos que fuimos capaces, con todos los elementos en contra, compitiendo contra no menos de otros 200 millones de adversarios microscópicos, como nosotros, de llegar a la meta para la que fuimos creados mientras el resto perecía, se sacrificaba por el camino. Es una más que suficiente razón para ser optimistas y dar las gracias por la vida, de modo que vamos a tratar de ser responsables con la nuestra y con la de los que nos rodean, no tomando decisiones insensatas que hacen daños a propios y a extraños. "Nosotros debemos pensar que somos una de las hojas de un árbol, y el árbol es toda la humanidad. No podemos vivir los unos sin los otros, sin el árbol." (Pau Casals). |
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