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Domingo, 22 de diciembre de 2024


València deja de ingresar 56 millones de euros por la inactividad de los cruceros
La crisis generada por la pandemia ha paralizado muchos sectores económicos. Alguno de ellos, como el turismo, de gran importancia para nuestro país y para regiones como la valenciana. Y entre estos visitantes que llegan a nuestro territorio uno de los más perjudicados ha sido el crucerista
VM, 11/03/2021

En España, desde que el Gobierno central decretó el estado de alarma y prohibió esta actividad (como en toda Europa), se ha vivido ya un año sin cruceros, a excepción de las Islas Canarias que iniciaron operaciones este invierno con cruceros de cabotaje. Una inactividad de un sector que en el caso valenciano deja de ingresar 56 millones de euros; una cantidad que las empresas de servicios de transporte y los destinos turísticos del Cap i Casal y de la provincia han dejado de ingresar.

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El sector de cruceros se ha visto duramente afectado por la pandemia (Foto Valenciaport)


Cada crucerista que desembarcó en el puerto de València (383.000 en el ejercicio consolidado de 2017) realiza un gasto medio de 146,5 euros, lo que propicia una generación de actividad económica de 56 millones de euros. De este desembolso se beneficia València ciudad y cada vez más municipios con ofertas para atraer a este tipo de visitantes, de acuerdo al estudio realizado por la Universitat Politècnica de València (UPV) y dirigido por la Fundación Valenciaport en el marco del proyecto Co-Evolve de la Unión Europea.

El turismo de cruceros permite que haya actividad en comercios, museos, restaurantes, etc; pero también genera economías en el sector del transporte, del taxi, de la seguridad, y de los servicios portuarios. En el desglose que la UPV realiza se detalla que la comunidad de cruceros genera una cifra de negocio de 25,3 millones de euros. De ellos, 17,5 corresponden a cruceristas, 7,2 a las empresas implicadas (prácticos, remolcadores, consignatarios, terminal, operadores turísticos, Autoridad Portuaria…) y 0,6 millones la tripulación. A partir de este desembolso inicial se genera una facturación sobre los sectores económicos valencianos adicional de 30,7 millones de euros; una cifra que resulta del gasto realizado en el comercio, la hostelería, el transporte, servicios culturales o alimentación, entre otros.

Así, la cifra generada por la actividad de cruceros en la ciudad de València y provincia de 56 millones de euros se debe a los 25,3 millones de euros de gasto inicial de la comunidad crucerista que tiene un efecto multiplicador de 1,21 euros en el entramado productivo valenciano de 30,7 millones de euros.

Según el estudio, la actividad de los cruceros crea 637 puestos de trabajo en los sectores económicos de la ciudad, principalmente, en la hostelería, el comercio, el transporte o servicios culturales y recreativos.

Perfil del crucerista
El crucerista que visita la provincia de Valencia es el de una persona amante de la gastronomía, la artesanía, el medio ambiente y las singularidades de la vida valenciana; unas preferencias que encuentra en la Comunidad Valenciana, lejos de cualquier tipo de saturación.

Los datos del informe señalan que la gran mayoría de los visitantes proceden de Europa: en concreto el 19,3% de Italia, el 19% de Alemania, el 17,9% de Inglaterra y el 10,6% de Francia.

Destaca entre los países de fuera del viejo continente el 10,2% de turistas que llegan desde Estados Unidos.

La duración media de la estancia de estos visitantes en València es de 4,1 horas para los cruceristas con alguna excursión contratada y de 4,7 horas para los que desembarcan sin visita guiada desde el barco. El turista de cruceros que hace escala en València es una persona de 52 años de edad media. Por grupo de edad, el 37,9% son mayores de 60 años, el 33,2% entre 41 y 60 años, el 15,4% con edades comprendidas entre los 21 y 40 años, y menores de 20 son el 13,6%. Por lo que respecta al género, un 52,4% son mujeres y un 47,4% hombres.

A pesar de la parada en la actividad crucerista, desde la APV se está trabajando de forma coordinada junto al sector (navieras, tour operadores, mercados emisores e instituciones públicas) en un “turismo seguro” que permita garantizar la calidad propia de la oferta valenciana, con estrictos protocolos de seguridad y nuevas rutas que diversifiquen la oferta de excursiones de los buques atracados en València para prepararse a la nueva normalidad y recibir a los cruceristas que lleguen al Puerto cuando las distintas Administraciones den la autorización a estas operaciones.

Además de a los exigentes protocolos establecidos por las navieras para aumentar la
seguridad del destino, pasajeros y tripulación, la APV y la comunidad crucerista han elaborado una oferta turística diversificada dentro de la ciudad y sus alrededores con excursiones “burbuja” para cuando el Gobierno central autorice la llegada de cruceros. Estos protocolos establecen excursiones exclusivamente guiadas, sin posibilidad del pasajero de bajar al destino por su cuenta, grupos reducidos y más experiencias al aire libre, entre otros.