Como viene denunciando FENADISMER en las últimas semanas, diferentes Estados miembros de la Unión Europea viene estableciendo medidas unilaterales restrictivas a la movilidad en sus fronteras para contener la pandemia, que está afectando muy negativamente a la actividad que realizan los transportistas españoles y del resto de la Unión Europea, que se ven sometidos a diferentes medidas sanitarias de control e incluso la acreditación de pruebas PCR, ocasionando importantes retenciones kilométricas de camiones en algunos puntos fronterizos y “bochornosas” imágenes de cientos de transportistas haciendo cola a la intemperie para tratar de realizarse las pruebas anticovid para poder cruzar la frontera.

Esta inaceptable actuación, contraria a las directrices marcadas por la Unión Europea, ha motivado que FENADISMER, a través de su asociación europea UETR, haya instado la intervención urgente de las instituciones europeas, por el grave perjuicio que está ocasionando al normal abastecimiento de bienes y productos tanto a la población en general, como a las restantes actividades económicas.

Cabe recordar que la Comunicación de la Comisión Europea emitida el pasado 19 de Enero reconoce la salvaguardia del mercado interior europeo y su funcionamiento regular como pilar fundamental de la respuesta europea a la pandemia, rechazando así la hipotética correlación entre la libre circulación y la propagación del virus, y especificando cómo las posibles restricciones sobre cualquier movilidad decidida por los Gobiernos nacionales debe, en cualquier caso, mostrar un carácter "proporcionado y no discriminatorio", de conformidad con la Recomendación del Consejo Europeo del pasado mes Octubre de 2020 sobre el establecimiento de “corredores verdes” libres de restricciones para el normal desarrollo de la actividad por parte de los transportistas.

En este sentido, la eurodiputada vasca Izaskun Bilbao ha dirigido una pregunta parlamentaria a la Comisión europea, en la que cuestiona la legalidad de las medidas unilaterales adoptadas por los Estados miembros y el grave perjuicio que están ocasionando a la libre circulación de mercancías, proponiendo la posibilidad de aplicar medidas sancionadoras contra dichos países, en estos términos:

“Las autoridades alemanas exigen desde la semana pasada un certificado negativo por PCR o prueba antigénica a los transportistas que entran en su territorio desde la República Checa. A los pocos días Austria adoptó una medida similar, pero extendiéndola a la totalidad de transportistas que atraviesen sus fronteras. Italia, en correspondencia ha comenzado a exigir el mismo requisito a los transportistas austríacos que viajan por Italia. De este modo los Estados parecen querer volver a la casilla de salida de la pandemia, los primeros momentos en los que las medidas unilaterales pusieron en peligro la circulación de bienes y prestación de servicios de primera necesidad en la Unión. La Asociación Europea de Transportistas por Carretera UETR ha alertado del caos al que puede conducir esta situación que comienza a generar las primeras retenciones.

1.- ¿Qué medidas a corto plazo puede tomar la comisión para corregir este problema?

2.- ¿A la vista del tipo de actividad objeto de la restricción, hay algún estudio epidemiológico que aconseje esta práctica?

3.- ¿Si se comprueba que estas medidas pueden encubrir prácticas de proteccionismo y
fragmentación del mercado, ¿Podrían dar lugar a procedimientos de infracción?”

Pero es que incluso las propias asociaciones alemanas de transportistas y de comerciantes han
mostrado su rechazo a las medidas proteccionistas aprobadas por su Gobierno. Así, en una declaración conjunta de la Asociación Federal de Transporte de Mercancías y Logística (BGL), la Asociación Alemana de Comercio (HDE) la Asociación Alemana de Comercio de Frutas (DFHV) han exigido reglas claras y uniformes para el transporte de mercancías transfronterizo, advirtiendo de una posible escasez en la oferta de productos de primera necesidad a la población: "De ninguna manera es comprensible por qué el Gobierno federal no permite que el tráfico de mercancías se mueva libremente de la misma manera que en la primera ola, sino que nos lleve al colapso de la oferta. Parece como si los responsables de la toma de decisiones dentro del Gobierno federal ya se hubieran olvidado cómo de relevante es la industria del transporte y la logística” Además las tres organizaciones consideran necesario establecer una infraestructura adecuada para que todos los ciudadanos que deban cruzar puedan hacerse las pruebas covid en todos los idiomas permitidos de la UE, especialmente en las fronteras, “excepcionando a los trabajadores del transporte de las obligaciones de prueba y cuarentena, como se ha establecido en la Recomendación del Consejo de la Unión Europea”.