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Mamá, quiero ser Transitario
F. Miguel Rocher
Managing Director Insurance Team & Claims (ITC) Customs Legal Consultant Operplus He decidido a que quiero dedicar mi vida profesional, quiero ser Transitario. Algunas voces indocumentadas no le dan buena fama, cuestionan su necesidad e incluso su futuro.
Pero la primera lanza que voy a partir por esta profesión, es que en los últimos 30 años apenas he visto desaparecer empresas transitarias, es más, de muchas escisiones han nacido otras nuevas, creando empleo y riqueza para nuestro país. Incluso en las actuales circunstancias, con un tipo de crisis desconocida hasta ahora, los transitarios han permanecido firmes, dando la cara, como servicio esencial en la cadena de suministro. Ajenos a la declarada intención de algún gran actor del transporte internacional que pretende, abiertamente, tomar el negocio del transitario, pensando que es de fácil adquisición y mantenimiento. Y a eso vamos, a toda esa formación que permita la completa especialización para dar el servicio que los clientes demandan, cada día más. Nunca antes ha sido tan obvio el hecho de que las empresas deben invertir y ser los mejores en los productos que fabrican y/o comercializan, dejando todos los servicios que pueden subcontratar en manos de los profesionales, que se los provean en modo de ventanilla única y convirtiendo los gastos fijos en variables.
Comenzamos con obtener la Titulación de Transitario correspondiente, previo examen que deberemos aprobar en convocatoria del Ministerio de Transporte, así como el de Gestor de Transporte, ambos imprescindibles para no ser acusados de intrusismo profesional, aunque algún esporádico insensato sea capaz de intentar trabajar sin ellos. Gestionar Tráfico Marítimo, conlleva conocer con cierta amplitud los conceptos de la Legislación que lo regulan, Ley de Navegación Marítima, Ley de Puertos, Incoterms. Con el Tráfico Terrestre, LOTT/ROTT de imprescindible conocimiento y aplicación. Sin ser Agente IATA no puedes ofrecer servicios de tráfico aéreo, en los que se da por descontado que tienes experiencia contrastada para ello. Están además la logística, distribución, almacenaje, embalado, carga, descarga, estiba, desestiba, trinca, además del inmueble y ubicación apropiados. Pero, claro, la Aduana es la parte esencial del comercio internacional, porque siempre va a haber una Aduana que bendiga la salida de una mercancía y otra que haga lo mismo con la entrada. Título de Representante Aduanero, examen que convoca la propia Aduana/AEAT y que conlleva una importante preparación. Por descontado, todas esas diferentes actividades obligan a un conocimiento del mercado de seguros de transporte y de responsabilidad civil, para correcto desarrollo de la actividad, añadiendo la versión onerosa de asesor/consultor de comercio internacional. Con toda esta titulación y las autorizaciones pertinentes, reitero, "tan solo" falta tener la suficiente (jamás lo será) experiencia para poder ser Transitario y ejercer como tal, con las garantías que esta profesión exige, siempre que tengas presente la formación continua y la insatisfacción permanente. Siempre puedes encontrar ese talento y experiencia en el mercado, sin olvidar su justiprecio. Y ya, apenas quedan un par de detalles sin importancia, como tener un par de riñones para el desembolso del material necesario para posicionarse, además de los avales en el caso de la representación aduanera. ¡Ah! Y otro par de riñones, como mínimo, porque también hay afición a ejercer como entidades de crédito, entidades de caución y como mecenas, pero esa faceta da para un monográfico. En síntesis, mucho hace falta para ser TRANSITARIO, por lo que a ver si se dignifica como merece, porque tiene mucho futuro. "El único lugar en que éxito viene antes que trabajo es en el diccionario" (Anónimo Transitario). |
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