Ayer me encontré con un viejo amigo que actualmente trabaja en CSPV y tras el saludo de rigor, casi sin mediar palabra, sabiendo mi conocimiento de la situación de la estiba, casi sin mediar palabra, me trasladó su preocupación por lo que está ocurriendo en el puerto de Valencia como consecuencia de la implantación del nuevo sistema operativo Navis. Según me comentó, el personal portuario está presionando a las empresas CSPV y APMT "para un trabajo que venimos desarrollando desde hace más de 50 años, o mejor, desde que Marítima Valenciana iniciase su actividad a principios de los años 70, cuando se inició el tráfico de contenedores en Valencia". "Ahora quieren que sea realizado por ellos porque, según alegan, es una tarea de servicio público. Pues bien, alguien debería recordarles que esas tareas están dentro del ámbito funcional de nuestro convenio colectivo y que además, con la liberalización del sector, las empresas tienen la libertad de contratar a quien quieran, siempre y cuando cumplan con los requisitos que establece la Ley". "Y en nuestro caso, todos cumplimos con esos requisitos", recordaba. Y continuaba, "dentro de lo que cabe estamos tranquilos porque según se nos ha trasladado desde la dirección de la empresa, la Ley es la Ley y no tienen ninguna intención de que cambie el statu quo actual de la empresa".

"Nosotros siempre hemos tenido una excelente relación con el personal portuario. Cada día trabajamos codo con codo con ellos y respetamos lo que son y lo que han conseguido. Pero lo que no es de recibo es que después de tantos años quieran pisotear la Ley y quedarse con nuestros puestos de trabajo. Al igual que ellos han venido luchando por sus derechos a lo largo de los años, nosotros también lo haremos. Y si esto tiene que acabar en los Tribunales, llegaremos hasta donde haga falta", asegura.

Después de nuestra conversación, me hice una pregunta obvia, ¿hay o no hay liberalización en el sector portuario?. Evidentemente, a raíz de mi conversación con este trabajador, la respuesta es sencilla: si la Ley establece las reglas de juego pero no se pueden aplicar; entonces, ¿dónde está la liberalización?.

A tenor de lo anterior, merece la pena que hagamos una rápida reflexión. Durante años, el personal portuario ha venido reivindicando que se incluya en su ámbito funcional las tareas complementarias. Después de años de lucha, de la liberalización del sector y del RDL 8/2017 que marca las directrices del sistema portuario español, no ha sido posible y las tareas complementarias continúan estando fuera de su ámbito funcional. Desconozco cuál es el porcentaje de jornales que engloban actualmente las tareas de recepción y entrega, el ferrocarril o traslados internos, pero a buen seguro no será una cifra nada despreciable, máxime cuando hay tanto interés por realizar esas tareas. En ese sentido, supongo que no sería del agrado del personal portuario si otro colectivo amenazase con quitarle parte de sus actividades.

Personalmente no acabo de entender lo que está ocurriendo. Sobre todo, cuando recientes declaraciones desde la CPEV garantizan que se van a respetar al cien por cien los puestos de trabajo que actualmente se vienen realizando en las terminales de contenedores del puerto de Valencia.

Pero sin duda, independientemente de cómo finalice el conflicto que se avecina, lo más triste de todo será asistir a una guerra fratricida de los dos colectivos de trabajadores, que hasta ahora tenían claramente definidas sus tareas de acuerdo a la Ley.