Guateques a 33 y/o 45 R.P.M. ¿dónde están esas verbenas y fiestas veraniegas de alegría popular, de antaño?

El COVID-19, presente, medio oculto, arruinó o debería arruinar las fiestas del pueblo. Mediados de julio, agosto e inicios de septiembre,,, es el tiempo de jolgorio, solía serlo cada año en la vieja normalidad. Si jugamos con este asqueroso y maléfico coronavirus, apostamos a reconfirnarnos. ¿Somos propensos o adversos al riesgo?

Ahora que el canto de las cigarras es notable, me recuerda que estamos en pleno verano. Ahora entiendo lo que quería transmitir el presi Sánchez cuando decía que este coronavirus ataca también a nuestra cultura, a nuestra forma de ser… somos mediterráneos, y la calor, nos incita a salir a interactuar con nuestra gente, amigos, familia, seres y animales queridos.

Contraste pleno con otras culturas norteñas o asiáticas, más habituadas a convivir por tiempos prolongados entre 4 paredes. Y para más INRI, sin mascarilla te multan. Con la calda que mete, la obligatoria mascarilla sanitaria, quirúrgica, KN95, FF2/3 resulta un castigo severo, excesivo… tedioso, preocupante y acalorado agosto nos queda por delante.

A nivel macroeconómico, que el Primer ministro Luxemburgués apele a la solidaridad europea, es para agradecer, aplaudir y hasta invitar una semana a cualquiera de nuestras costas, hoteles, resorts, campos de golf, Paradores, restaurantes estrella Michelin, chiringuito cualquiera… cualquiera centro-norte-europeo, encuentra su paraíso en la tierra en ESPAÑA.

Pues hoy desde Luxemburgo, Xabier, afirmó que si el norte no apechuga con el morado de los países del Sur (Italia & España mayormente), la cosa no funcionará. Servidor comparte este espíritu solidario, en pro de una Europa fuerte, no ésta, que se desintegra a pedazos cada cuarto de hora que pasa. Que los británicos se hayan salido de la UNION EUROPEA, acelera de descomposición de espíritu europeo, el cual debe resurgir de sus cenizas, Ave Fénix azul, europeo, blue ocean… Los padres fundadores de la C.E. en ese trato romano de 1957, dieron un paso adelante en tiempos difíciles, igualito que los actuales. Hicieron de tripas corazón y se esforzaron, sacrificaron y dieron lo mejor de sus vidas, para tratar de hacer las nuestras más placenteras. Tras las sucesivas culturas del pelotazo en los años de bonanza, hemos padecido escándalos históricos de todas las calañas de los que apenas quedan reminiscencias en nuestras ocupadas mentes. Se nos ha educado a reclamar nuestros derechos sin responsabilizarnos de nuestros deberes. Las prisas por desconfinarnos y abrir las fronteras al turismo y sus ingresos no se han destinado adecuadamente, y ahora somos el peor país del espectro mundial.

Ahora toda va más rápido, y los impactos comerciales se multiplican por muchas vías, antes no conocidas. 5G, tableta, Smartphone, reloj inteligente, auriculares satélite, portátil para teletrabajar, y pulsera de pierna localizador… antes, más despacito, todo me resulta más sencillo, despacito.

En estos momentos de incertidumbre, debemos apelar al espíritu europeo "bethoweeniano" de Mike Ríos (Miguel) en su canto al Himno de la Alegría… Es un tema made in the EU, que clama por la unidad de los pueblos y la hermandad entre humanos. Todo un himno europeo que deberíamos poner a todo trapo, por todas partes, sobre todo tras haber rascado los 140 mil millones de Euros de Europa. Todo tan rápido, marea y todo… todo va más rápido.

Ignasi Llibertat