Allá por 1898, el ocaso del glorioso imperio español era evidente. Después de que nos echaran de Filipinas, el Almirante Cervera, Ministro de Guerra, le escribe a su hermano, Almirante Cervera, jefe de la Armada, que Cuba es nuestro último reducto y debemos defenderlo con la Vida y, hasta Muerte.

Desde que los Reyes Católicos configuraron el actual Reino de España, la cosa fue estupendamente… hasta del declive del S.XIX. Ya en la merienda de negros de 1885 ya se nos ninguneó. La última bacanal de las potencias europeas, repartiéndose el continente negro. Ahora que cuesta respirar, pues con la historia apechugar. A España nos dejaron las minucias de Guinea y Mauritania.

Ya el S.XX nos fue liando, con generación del 27, Guerra Civil, dictadura, transición, democracia por en medio, llegando al libertinaje anterior al efecto 2000. Obviamente, siempre historias pasadas fueron mejores. Lo de ahora es innombrable. Siguiendo la actualidad internacional a diario, uno puede ver que nuestro desgobierno ha sido uno de los ganadores de las peores gestiones de crisis. Triste, pero cierto, y lo más triste es que: ES LO QUE HAY.

Tras una quinta parte del S.XXI malgastado, malversado por los sucesivos políticos que se fueron alternando en el poder, o espabilamos o parece otro siglo perdido. El futuro a corto plazo es negro, tan negro como el negro que no podía respirar. La vuelta al cole puede resultar aterradora por demasiados motivos obvios. La verdad que la salida a esta posible situación inmediata no es nada sencilla. Sin una buena bofetada en las collejas correspondientes, o un buen golpe en la mesa, como los de verdad, como los de antaño, enderezar el rumbo parece misión imposible. Pero ¿quién lo hace? Pregunta del millón. Esta semana, el profesor de la Universitat de Barcelona comentaba en un webinar que España iría mejor sin políticos. Servidor no puede estar más de acuerdo. "En China no se vota y va bien, en los países en los que no se vota, las cosas van mejor". Genial verbatim es, demasiado idílico e utópico, pero excepcionalmente verídico, satírico, pero cierto,,, y cierto es que DE ILUSIONES VIVE EL HOMBRE. La visión del profesor de Liébana es tremendista, pero nada desatinada. Analizando los factores que intervienen en esta ecuación, y los multiplicadores que necesitamos para obtener un resultado digno, casi mejor apaga y vámonos. Pero como mañana seguro que vuelve a salir el sol, todo va bien. Somos España, gran nación de países, que unidos podremos sobrevivir mejor a la que se avecina. Lo de la juez que ha tumbado los confinamientos parciales/locales es muy grande, expresión de nuestra complejidad. En fin, lo del que mañana vuelve a salir el sol es factor clave para el negocio del turismo, que esperemos no se muera en el intento de llegar a buen puerto. El presidente Sánchez informó a la ciudadanía que su organización va a apoyar al turismo y automoción con prioridad. Esperemos su estrategia salomónica de gastar el dinero que no tenemos en esos 2 sectores funcione. Los efectos multiplicadores son evidentes, o al menos lo eran en la antigua normalidad. En esta nueva normalidad o desnormalidad actual, servidor ya no tiene claros demasiados conceptos importantes.

Ahora Cuba, isla hermana parece estar mejor o peor, depende del cristal con el que se mire.

Desde 1898 se desvincularon, parecen más felices al menos.