El impacto económico del COVID-19 ha generado la mayor caída de actividad económica en tiempos de paz de la historia. Así lo recordaba ayer Vicente Pallardó, que calificó la situación de excepcional y recordó que, como tal, requiere medidas excepcionales.

Vicente Pallardó y Aurelio Martínez presentaron ayer las conclusiones de este informe

El presidente de Valenciaport apuntó que si se trasladan a valores absolutos las pérdidas que ha generado la pandemia estaríamos hablando de 12 billones de dólares, es decir, un año del PIB conjunto de las cuatro mayores potencias de la Eurozona: Alemania, Francia, Italia y España.

Según Pallardó, lo que ahora debe preocuparnos es saber hasta dónde llegará el nivel de deuda pública y cómo se gestionará. El economista sí constata cierta mejora de la actividad económica, debido, sobre todo, a tres elementos: cierto repunte del sector privado (que ahora se están viendo mermados por miedo a un segundo rebrote, la normalización de algunos mercados críticos, como el de materias prima, y también de los mercados cambiarios y, finalmente, la mayor expansión fiscal y monetaria de la historia.

Pallardó aludió al respaldo que en esta coyuntura suponen los fondos europeos, aunque lo cierto es que España se encuentra entre los países que están realizando un menor esfuerzo fiscal en cuanto a volumen y porcentaje del PIB. En este sentido, planteó que esta actitud puede responder a la prudencia o a una mala potencia fiscal. “Italia, por ejemplo, ha inyectado al mercado más dinero y Alemania es, con diferencia, el país que más esfuerzo fiscal ha realizado. La salida de la crisis no puede ser igual”.

Ayudas

Según explicó, se están dando tanto ayudas directas, que suponen un aumento del gasto y la renuncia a los ingresos fiscales, incrementando así el déficit, como ayudas más indirectas, que se pueden recuperar, como ofrecer garantías a los préstamos. “Además, fuera de Europa, por ejemplo, en China se está inyectando dinero a fondo perdido que beneficia directamente a empresas y familias”.

Para Vicente Pallardó, la clave de la recuperación radica en el gasto de las familias y la recuperación del consumo. De hecho, en estos momentos de incertidumbre se está constatando un incremento de la tasa de ahorro. “Esto supone un colchón para las familias pero también un gran freno para la recuperación económica, a pesar de los esfuerzos que pueda realizar el sector público”, añadió Vicente Pallardó. “Si no aumenta la confianza se frenará la recuperación”, prosiguió. Mientras tanto, el informe prevé una caída del comercio a tasas de dos dígitos y una buena evolución de los mercados financieros, desconectados de la economía real. “El nivel de deuda pública continuó - alcanzará niveles históricos; en España por encima del 120 y en Italia, del 140, niveles inconcebibles hace unos meses”.

Para evitar “burbujas” es imprescindible, según el economista, una estrategia: “Necesitamos crecer buscando el nuevo modelo europeo, más equilibrado, verde e inclusivo. Las ayudas aprobadas hace unos días deben ser sólo el primer paso para este nuevo modelo. Además, se impone recuperar el equilibrio fiscal y racionalizar el gasto y para ello son necesarias reformas estructurales, un equilibrio del “campo de juego”. Como tercera pata de esta estrategia, Pallardó citó la reducción de la economía sumergida: “Llevamos 34 años en Europa y tenemos el mismo nivel de economía sumergida y eso no es solidario”.

“Si la crisis es excepcional requiere una resupuesta la medida. Convertir, por ejemplo, la deuda que ahora se genere en perpetua y que no se tenga que devolver”.

Valenciaport prevé cerrar el año con una caída del 10% en el tráfico

El presidente de la Autoridad Portuaria reconoció que el Plan de Empresa de la entidad tiene una base de prudencia, guiada tanto por la caída de tráficos como por la reducción de tasas. “Esa previsión se ha confirmado en el período marzo-junio y ahora, tal como esperábamos se están recuperando los tráficos, sobre todo la expotación”, apuntó Aurelio Martínez. No obstante, la previsión de crecimiento será inferior, tanto por la bajada de la elasticididad del comercio como “por el proteccionismo de las cadenas de valor”.

Con todo, Valenciaport espera poder cerrar el año rozando los cinco millones de TEU y poder compensar en los próximos meses el “agujero” de esta primavera, terminando diciembre como un descenso del 10%. “Sinceramente no tengo idea de la evolución del segundo semestre del año, pero hace dos semanas la caída del tráfico de exportación era del 5% y de entre el 8 y el 9% en el de importación, continuó Martínez, que confía en que en los mesesw siguientes el tráfico tenga un comportamiento más o menos “normal”. “Espero que las ayudas reactiven los tráficos”, concluyó, apuntando una pérdida de 5 millones de euros de facturación.