El catedrático de Puertos y Costas de la Universitat Politécnica de Valencia José Serra, afirma que las playas de Valencia, ni al norte ni al sur, corren peligro de desaparecer gracias a las aportaciones que puede proporcionar el banco de arena marino, ubicado en el cabo de Cullera.

Serra se ha encargado de estudiar la afección que podría tener la ampliación en las playas

El depósito pasó la correspondiente DIA en el año 2013, realizada por la Secretaría General del entonces Ministerio de Medio Ambiente. Con un volumen explotable de 88.500.000 metros cúbicos de arena, de un diámetro medio de 0,32, "excelente" para alimentar las playas, se ubica a 80 metros de profundidad, a más de diez kilómetros de la costa. "Se podría garantizar, depende del volumen de vertido, la viabilidad de las playas en un período de 10 -20 años y más si creamos circuitos cerrados de transporte, es decir, mover la arena de las zonas de acumulación a las de recesión. De esta forma, la arena se mueve en sentido contrario a la dinámica litoral”, señala.

En su opinión, el depósito debe estar actualizado permanentemente y renovar la declaración ambiental. “Puede resultar costoso si solo extraes 10.000 metros cuadrados, pero si sacas diez millones y los repartes de manera adecuada sobre las playas logras redistribuirlo y permitir la viabilidad de las mismas en un horizonte de veinte o treinta años. Si en ese tiempo vuelven a necesitar una nueva actuación, se repite el proceso”.

En su opinión, crear alarma social sobre el estado de las playas valencianas carece de sentido. “Sobre todo porque hay soluciones encima de la mesa. Cuando se anuncia la desaparicion de una playa lo único que se puede conseguir es que se pongan carteles de se vende en los apartamentos. No parece la mejor solución”, apunta.

El catedrático afirma que el puerto no es el único responsable del estado de las playas. Cita el caso de El Saler y recuerda que la afeccion arranca del macroproyecto de urbanización del Ayuntamiento de Valencia que eliminó las dunas, en la década de los 70. "Como dato, señalar que antes de arrasar las dunas, la arena retrocedía entre 20 y 30 centímetros y tras la eliminación, la cifra subió a cuatro metros al año".

“ El Turia no trae sedimentos porque los embalses se quedan con el agua y con las arenas. Últimamente digo que las playas, a día de hoy, se encuentran debajo de los embalses. Ahí está la arena y si buscamos culpables, pues podemos señalar a los regantes que quieren agua, a los ciudadanos, que queremos beber, al Ayuntamiento cuando cometió la barbaridad de suprimir las dunas, entre otros factores. La culpa la tenemos todos o nadie. No solo el puerto”.

Sobre el depósito marino añade: “Los técnicos del Ayuntamiento saben de su existencia porque desde aquí lo hemos contado muchas veces en jornadas y foros técnicos”.

Ubicación del depósito marino

El catedrático recuerda que cuatro o cinco años atrás. la Universidad trasladó a todas las administraciones una propuesta de acción para reducir la energía del oleaje con arrecifes artificales en la Malvarrosa. “Se abarcaban muchos frentes, entre ellos reducir la energía del oleaje, lograr la anchura óptima, a la vez se recuperaba la fauna y flora subacuática en un espacio de atracción para la ciudadanía. Pero, al parecer, no había financiación”, recuerda. “Al final te cansas de llamar a las puertas. Nosotros, los ténicos de la Universidad, entendemos que se trata de proponer ideas y soluciones y no en argumentos carentes de rigor”.

Sobre la afección de las obras de la Ampliación Norte sobre las playas, se muestra tajante: “Salió lo que se esperaba según la DIA: que al norte, evidentemente, la playa del Cabanyal siguiera progresando a su ritmo habitual y que la de la Malvarrosa iba a retroceder como sucedía antes de iniciar las obras, entre otras cuestiones, porque no llegan sedimentos. “La corriente litoral no trae arenas y es lógico que la playa que está directamente apoyada en el puerto gane arena, mientras que la Malvarrosa va perdiendo porque le va cediendo las arenas al Cabanyal. Las playas del Sur no se han sufrido ningún impacto negativo por la Ampliación Norte”, concluye Serra.

“Ni la universidad ni sus expertos estamos al servicio del puerto de Valencia”
A Jose Serra le preocupa que se cuestionen los informes técnicos de la Universidad. “ Yo he hecho el estudio de la Ampliación Norte, sé de qué estoy hablando. Pero luego viene un Pepito Pérez y se le da más crédito”,

El experto, que lleva desde 1992 estudiando las playas del sur y del norte, reconoce que a veces se cabrea cuando lee argumentos en contra del puerto carentes de sentido. “Una sociedad que pone en entredicho a su Universidad debería pararse a pensar. Aquí hay profesionales con un conocimiento al máximo nivel de estos temas. Si en el proyecto de la DIA de la Ampliaciión Norte algo no hubiera sido viable, lo hubiéramos dicho sin dudarlo. Pero es que el proyecto está bien redactado y ha cumplido la legislación ambiental”.

Para Serra, “ los que piden que el puerto desaparezca desconocen que también arrastraría a las playas de Valencia”.