La Corte de Arbitraje y Mediación de Valencia, un instrumento creado por Cámara Valencia, presentó ayer una experiencia piloto de mediación para fomentar la mediación contencioso-administrativa como vía complementaria para la solución de conflictos entre la Administración y los particulares puesta en marcha en colaboración con el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Superior de Justicia de la CV, la Federación Valenciana de Municipios y Provincias y la Conselleria de Justicia, Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades Públicas.

Instantánea de la jornada celebrada ayer

La sesión fue inaugurada por el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata y el Director General de Reformas Democráticas y Acceso a la Justicia José García Añón.

En su intervención, el presidente de la Cámara ha destacado que las Cámaras de Comercio a través de la Cámara de España, mantienen desde el año 2016 un convenio de colaboración con el CGPJ para impulsar la mediación civil y mercantil que, recientemente, se ha ampliado al ámbito contencioso-administrativo como fórmula de solución de conflictos entre la administración y el ciudadano.

Este Convenio establece que ambas instituciones impulsarán la mediación contencioso-administrativa ofreciendo dicho instrumento a las partes en litigio en los procedimientos sometidos al conocimiento de los órganos jurisdiccionales con competencias en lo contencioso-administrativo, en materias en que lo permita la legislación aplicable y así sea acordado por el Juez.

“Y es bajo este paraguas cómo se ha desarrollado esta experiencia piloto que tenemos puesta en marcha de mediación intrajudicial contencioso-administrativa para la provincia de Valencia y que hoy presentamos”, afirmó Morata.

Con este proyecto, Cámara Valencia quiere impulsar la mediación intrajudicial, ofreciendo un procedimiento complementario al proceso judicial contencioso-administrativo; conseguir una alternativa a las dificultades inherentes a la jurisdicción: dilaciones en la tramitación, incremento de litigiosidad, formalidades del proceso; reducir la proliferación de recursos innecesarios y ofrecer una fórmula menos costosa y más rápida de resolución de conflictos y facilitar una composición más amplia de los intereses en litigio ya que en la mediación se resuelven conflictos del pasado y se pueden crear bases de acuerdo para resolver eventuales conflictos futuros.