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Sábado, 28 de diciembre de 2024

Editorial

Las vacaciones estivales: el gran reto de la estiba
Carlos Vicedo, 20/05/2004

La temporada estival, tan ansiada por muchos por lo que conlleva en cuanto a playas, tertulias nocturnas y un largo etcétera, ya ha comenzado a perfilarse como un periodo de preocupación para los profesionales que integran la comunidad portuaria.

Este desasosiego viene motivado principalmente por la incidencia que tendrán las vacaciones de verano en la operativa portuaria, que ya lleva muchos años ocasionando problemas por la falta de personal laboral.

Esta situación, ya de por sí preocupante, viene a agravarse con la situación actual de enfrentamiento entre los transportistas de contenedores y los operadores de las terminales de contenedores. Por si esto no fuera suficiente, también se debe tener en cuenta la sobresaturación del puerto de Valencia con respecto a contenedores vacíos, con la incidencia que esto conlleva para los rendimientos.

Toda esta compleja situación y su repercusión en el tráfico y en el comercio ha motivado las quejas de muchas de las partes afectadas, como los representantes de las asociaciones empresariales como la Asociación Naviera o ATEIA o el Colegio de Agentes de Aduanas.

Entre las demandas planteadas se incluye el incremento de la productividad tanto en la operación portuaria como en la recepción y en la entrega.

En este sentido, el propio presidente de la Asociación Naviera, Vicente Boluda, ha solicitado que se mantengan rendimientos "iguales a los que se producen en África". Esta frase, pronunciada por un naviero es más que suficiente para hacer saltar las alarmas, sobre todo si tenemos en cuenta la cantidad de buques que están saltándose sus escalas en Valencia.

En algunos casos, estos buques operan en otros puertos como Barcelona, gran competidor de Valencia en los tráfico interoceánicos y, desde hace unas semanas, también en Castellón. Este puerto acaba de emerger como complementario al de Valencia, ya que la naviera Mediterranean Shipping Company (MSC) ya ha operado en Castellón con un buque y parece que contemplará este puerto para posicionar equipo vacío y así abastecer al sector azulejero de forma continua y regular.

Todo esto lleva a una conclusión: el descontento de los armadores con los servicios que se están prestando en Valencia, independientemente de que se trate de una terminal u otra, ya que, en acerca de la imagen pública Valencia, circulan rumores de que se trata de un puerto problemático.

Es evidente que todas las partes están preocupadas por esta situación, pero hay quienes consideran que el servicio que se ofrece a las navieras no puede ser tan malo como algunos critican, cuando éstas continúan escalando en el puerto de Valencia.

Sin embargo, ésta es precisamente la reflexión que nos debe preocupar y que no debemos permitir que se instale nuestras mentes porque todos sabemos que cambiar las cosas cuesta mucho, pero cuando se toma una decisión firme, en la mayoría de los casos, ya no tiene vuelta a atrás.

Esta situación también tiene como origen los incrementos de carga que se han venido produciendo durante muchos años, así como la propia reestructuración de las instalaciones y tráficos del puerto, a lo que se suma la falta de personal cualificado, por la supresión de los dobles, que no ha dado tiempo a formar trabajadores que pudieran atender esta demanda de jornales. Esta cuestión, además, aún no ha sido resuelta para determinadas especialidades como los operadores de grúa, capataces, etcétera, que requieren una mayor formación.

Este repaso a algunos de los problemas que se ponen de manifiesto en el sector de la estiba debería concienciarnos de que se trata de un problema de muchos y que todos debemos colaborar y aportar ideas y medios para intentar mejorar la situación, especialmente en el tema de los rendimientos, en beneficio de todos.