La ampliación de la Unión Europea, que pasa de tener de 15 a 25 miembros, con la integración de los Países del Este, supone la apertura de un nuevo mercado para los productos españoles y los valencianos en particular.

Esta integración de los nuevos países presenta un amplio abanico de posibilidades de negocios, pero también la pérdida de otros. Me estoy refiriendo a los despachos de aduanas concretamente, que afecta al colectivo de los agentes de aduanas y con la supresión de las fronteras han quedado eliminados.

Aunque no es el mismo volumen de negocio, del que estamos hablando comparativamente con el año 1993, que se suprimieron las fronteras entre los países miembros que conformaban en esa fecha la Unión Europea, también va a tener su repercusión en el colectivo de agentes de aduanas, bien a título personal o de las empresas autorizadas a despachar.

Está claro que entre Alemania, Bélgica e Italia y Portugal, por citar los más próximos a nuestras fronteras o lindes, como se podría llamar ahora al contorno del territorio español, absorben cerca del 80% de nuestro comercio exterior con Europa, pero también hay que señalar que nuestros exportadores e importadores llevan ya años trabajando e intentando introducirse en los mercados de los Países del Este, que tras la caída del denominado “Telón de Acero”, tuviera una apertura hacia los países de la Unión Europea y que a base de mucha constancia hemos ido aumentando el volumen de negocio.

La apertura de estos mercados ha supuesto una compensación parcial del negocio perdido por los agentes de aduanas, que en el año 1993 tuvieron que hacer una reconversión del sector, con el consecuente cierre de empresas y pérdida de mano de obra. Ahora nos encontramos con una nueva reducción del negocio, aunque sea mucho menor y, por tanto, menos traumática, pero pérdida al final.

Esta situación ha sido poco aireada por las partes afectadas, bien porque el trabajo que se pierde es menor, bien porque está más repartido entre los diferentes agentes de aduanas, bien porque ya hay empresas transitarias autorizadas a despachar, pero viene a sumarse a la incidencia que ha tenido en los despachos de aduanas la participación de las empresas transitarias.

Con todo esto y la próxima celebración de las pruebas para obtener el títutlo de agentes de aduanas que ha convocado el Ministerio de Economía y Hacienda para el mes de julio, se abre un panorama poco esperanzador para todos aquellos agentes o empresas de aduanas que basen su actividad en este trabajo, que deberán, aunque ya lo están haciendo la mayoría, reconvertir su negocio al sector de la logística, tan de moda en estos últimos años.

A pesar de este análisis, un poco pesimista, hay una cosa clara y es que el comercio exterior con terceros países se ha ido incrementando notablemente en los últimos años y las expectativas de crecimientos son todavía mejores, por lo que la pérdida de un negocio ha sido compensada por el incremento del otro, pero esto no quita las secuelas del primero.

A partir de mañana el Consejo General de Agentes de Aduanas celebra el IV Foro Aduanero en Santiago de Compostela, con el fin de analizar el contenido de una futura Ley Aduanera, donde se recoja la realidad del sector, con toda la legislación actualizada y se estudie la figura, gestiones y responsabilidades de los agentes de aduanas y de las demás partes que participan en los procedimientos documentales. Asimismo, también hay otros aspectos que preocupan a estos profesionales, como la Ley General Tributaria, por sus consecuencias para el colectivo.

Todo esto nos demuestra la situación actual de un colectivo que colabora directamente con la Administración y simplifica su labor, a parte de ser el garante de los pagos de los impuestos y que está trabajando para mejorar la normativa, el sistema y los procedimientos y servicios para los exportadores/importadores, de manera que la actividad redunda en beneficio de todos.