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Sábado, 28 de diciembre de 2024

Editorial

Los problemas se repiten en el puerto
Carlos Vicedo, 29/04/2004

Después de un sinfín de reuniones, negociaciones, medidas de presión y paros para intentar encontrar una solución o medidas que puedan permitir que las operaciones de recepción y entrega de contenedores se puedan realizar con normalidad, los problemas en el puerto se repiten.

Está claro que la problemática que se presenta es muy variada y compleja, como no podría ser de otra forma, debido a la gran cantidad de agentes y elementos que intervienen en el desarrollo de estas operaciones.

Por un lado, está la disponibilidad de personal para manipular las máquinas. Por otro, la ubicación del contenedor en el sitio señalado. También está la disponibilidad de maquinaria para atender el servicio, ya que éstas dependen en cierta medida de la operación portuaria del momento, ya que no es lo mismo operar dos que cinco buques a la hora de designar los medios a cada operación.

Si además añadimos que toda la operación se puede venir abajo por una caída del sistema informático, podemos hacernos una idea de lo que puede ser.

La situación actual, con avisos de paro por parte del sector del transporte terrestre de contenedores, se ha visto también agravada con los días de fiesta pasados y algunas jornadas en las que el puerto estuvo inhábil.

Esto motivó una concentración de buques, tanto operando como fondeados, que necesitó una gran concentración de medios mecánicos, lo que ha podido incidir de alguna manera en las congestiones que se han producido estos días en las terminales.

A todo esto hay que añadir un problema más, como la estancia de los contenedores vacíos en las terminales, que han ido aumentando considerablemente, dificultando así la gestión del patio.

Las navieras han tomado el puerto como base de contenedores y su estancia en las terminales se está prolongando más de los normal, máxime de un tiempo a esta parte, en el que las importaciones son mayores que las exportaciones.

Esto provoca una descompensación en la rotación de los contenedores, que hace que permanezcan en Valencia más tiempo del debido hasta que las navieras tienen que posicionar equipos en otros puertos.

Todas estas casuísticas y problemas son los que al final repercuten en los servicios de recepción y entrega, ya que la operación portuaria o de embarque y desembarque es la que tiene prioridad en estos momentos.

El principal motivo que lleva a los operadores de terminales a tomar estas decisiones es la baja productividad que se ha estado generando en los últimos años, con el consiguiente descontento de los armadores.

Con la entrada de más personal en el censo de SEVASA y nuevos ingresos en la bolsa que gestiona Creyf’s se puede decir que a partir de ahora se podrán atender todas las demandas de personal, lo que supondrá reducir los problemas existentes hasta la fecha.

Si a esto añadimos que los sistemas informáticos de TCV ya han empezado a demostrar su operatividad y valía, que viene siendo respaldada por su utilización en la terminal de contenedores de Barcelona, ya tenemos eso por delante.

Ahora solamente falta que todas las partes pongan algo de su lado para recuperar la normalidad y que se produzcan las menos pérdidas de tiempo posibles, ya que como se suele decir en algunas ocasiones: “A veces el tiempo es oro”. Y, por tanto, no se puede regalar.