El transitario como impulsor del comercio exterior en España representa una realidad económica que necesitaba una regulación acorde con su importancia para romper barreras a la libertad del ejercicio de la profesión en igualdad de condiciones con el resto de operadores que cumplan los requisitos mínimos exigidos a todo profesional del comercio.

El transitario ha ido conquistando su auténtico escenario, aquel que le corresponde por derecho propio en el contexto del comercio internacional. Así frente a su conquista en el terreno económico se ha unido la reclamación de un espacio de actuación avalado por la normativa europea y nacional en aspectos tan importantes como el derecho a la representación directa o indirecta en su labor de intermediación entre el cliente y la administración.

El transitario recurrentemente conocido como el arquitecto u organizador del transporte, coordina, supervisa y entra en contacto con diversos modos de transporte para que el transporte multimodal sea lo más ágil posible. El transitario es un asesor en la preparación de transacciones internacionales ya que domina los términos de la compraventa internacional y las cláusulas o reglas sobre el uso de los términos comerciales (Incoterms 2010) así como las reglas y usos uniformes relativos a los créditos documentarios; conoce los costes inherentes a la exportación e importación; estudia y selecciona distintos medios de transporte, eligiendo el mejor medio y la mejor ruta para su cliente; domina las redes de filiales y corresponsales; establece grupajes/consolidación en torno a las líneas regulares; realiza operaciones de embalaje; pedidos, pesaje y etiquetado; gestiona operaciones de carga/descarga; se encarga de la gestión de la cobertura en materia de seguro de transporte; realiza actividades de representación de su cliente ante la aduana presentando documentos aduaneros y de despacho de la mercancía. El Transitario gestiona la documentación necesaria en el proceso de exportación y asesora a su cliente en todo un abanico de servicios para que la operación de comercio exterior proyectada por su cliente se optimice de la manera más satisfactoria para el mismo.

En lo relativo a la economía, el sector transitario español creció un 20,7% en 2010 . En plena recesión económica los transitarios recuperaron parte del negocio perdido en el año 2009, hasta quedarse a 4,3 puntos porcentuales de su máximo histórico de 2008. Ninguna otra especialidad del sector del transporte de mercancías, que en conjunto creció un 8,3% se acercó a este resultado satisfactorio. Asimismo las exportaciones de 2010 con todas las economías en crecimiento tiró de las exportaciones españolas impactando en el sector transitario favorablemente, de hecho el crecimiento del 17,4% de las exportaciones nacionales en 2010 sirvió para aliviar la recesión de 2009 sufrida por un sector tan transversal como el transporte de mercancías y en concreto el transitario que está tan directamente unido al comercio exterior.

En datos de 2011, el mercado de transporte y logística finalizó con un incremento de un 2,5% respecto a los datos del ejercicio previo. Sin embargo, no todos los segmentos han tenido el mismo comportamiento. Mientras que el almacenamiento y actividades anexas al transporte ha escalado un 6,9% y el transporte aéreo ha progresado un 3%, el modo marítimo ha caído un 8,3%, al igual que las actividades postales y de correos, que bajaron un 1,2%, o el terrestre, con descensos del 0,1%.

El transitario tiene otros retos en su profesión como la lucha por la liberalización del derecho a la representación en pie de igualdad con el resto de operadores. Las últimas sentencias del Tribunal Supremo se ajustan a las demandas del sector transitario español que reclama la liberalización de la representación aduanera de tal forma que puedan acceder a la misma todos aquellos operadores que cumplan una serie de requisitos mínimos pero siempre en igualdad de condiciones.

El Real Decreto 335/2010, de 19 de marzo , por el que se regula el derecho a efectuar declaraciones en aduana y la figura del representante aduanero, incluye un apartado polémico en su art 4 apartado a) al incluir entre los requisitos para ejercer toda representación el hecho de ser “persona física con residencia legal en España o en el territorio de cualquier otro Estado miembro de la Unión Europea”.

El reproche de la disposición reglamentaria se basa en que no permite reconocer la condición de representante aduanero a personas jurídicas que hasta la aprobación del Real Decreto 335/2010 la venían ejerciendo en la modalidad indirecta (en nombre propio y por cuenta ajena), entre ellas a los transitarios.

El Tribunal Supremo que estimó parcialmente la demanda interpuesta por ATEIA Tenerife contra el decreto citado, anuló la referencia que se hacía de "persona física", dejando tan sólo la referencia de "persona". El Tribunal Supremo, en sus fundamentos jurídicos se cuestiona y rechaza la legitimidad de las trabas a la prestación de servicios y concluye que tanto las personas físicas como las jurídicas deberían poder asumir la representación de sus clientes ante las autoridades aduaneras sin que existan razones suficientes para prohibirlo"

En definitiva la cruda realidad es que estamos inmersos en una profunda crisis que afecta a todos los sectores de la economía y el sector transitario no es una excepción.

Muchas empresas del sector sufren las consecuencias de la crisis pero otras aprovechan las oportunidades que ofrece la actual situación.

El transitario a través de la nueva figura del Operador Económico Autorizado (OEA) se encuentra en óptimas condiciones para adaptarse a los nuevos tiempos, que exigen saber conjugar seguridad y facilitación del comercio, dos términos que caracterizan al transitario moderno que ofrece a su cliente un sello de calidad diferenciador del resto de operadores económicos.

Los transitarios, que nunca han sido ajenos a buscar una oportunidad donde otros encuentran un fracaso han sabido aliarse estratégicamente con otros operadores del comercio exterior aunando fuerzas para paliar los vaivenes de la crisis, encontrando sinergias, buscando nuevos mercados, como África, Asia o América, asumiendo nuevos retos comerciales para llevarlos a término, adquiriendo nuevas tecnologías para ser más competitivos, adaptándose a las novedades legislativas, sobre todo en materia aduanera para realizar con rigor su actividad profesional en la búsqueda de la mejor solución para su cliente.

Sonia Iborra Gómez
Jesús García- Luján López
Responsables Área Comunidad Logística Portuaria de I+D+i
Fundación Valenciaport